INSTRUCCIONES

1. Lo primero que vamos a hacer es deshuesar las cerezas y cortarlas por la mitad, y en un bol, las cubrimos con licor de cerezas, tapamos y las dejamos macerar. Yo las he tenido unas 6 horas.
2. Vamos a preparar la crema para el relleno. Ponemos la leche y la nata en un cazo junto con el azúcar, a fuego bajo y movemos hasta que esté caliente pero sin hervir.
3. Batimos ligeramente las yemas que tenemos reservadas y ponemos un poco de la leche caliente para que atemperen y batimos.
4. Volcamos las yemas al cazo y vamos a espesarlo un poco.
5. Sin dejar de mover y a fuego medio, vamos a ir moviendo con unas varillas hasta que desaparezca la espumita que se crea.
6. En este punto, nuestra crema habrá espesado ligeramente y estará perfecta para nuestro interior. ¡Cuidado! si dejamos que hierva nuestra crema se va a cortar.
7. Reservamos en un bol, tapamos con un papel film, tocando el crema, para que no cree costra y dejamos que enfríe por completo.
8. Es hora de montar nuestros bombones helados.
9. Escurrimos las cerezas del licor, y las ponemos en los moldes, 4 mitades por helado, aunque la podéis cortar en trozo más pequeños si os apetece, pero a mí me gusta encontrar en el interior las cerezas grandes.
10. Cubrimos los moldes con la crema reservada y llevamos al congelador. Al menos 6 horas para que estén completamente congelados.
11. Con los helados congelados, es hora de poner la cobertura.
12. Fundimos el chocolate el chocolate con cuidado de no quemarlo, y ponemos un par de cucharadas de aceite de coco para hacerlo más fluido.
13. Ponemos el chocolate en un vaso para que cubra bien nuestros helados.
14. Desmoldamos los helados y sumergimos en el chocolate hasta cubrirlo, sacamos y escurrimos el exceso de chocolate.
15. Con el frío, se congelará el chocolate y se pondrá duro, perfecto para consumir sobre la marcha o bien llevarlo al congelador.